Oaxaca es un estado con una riqueza artesanal única y gran parte de las artesanías tienen su origen en las 8 regiones que lo conforman. En esta ocasión les contaré sobre las artesanías representativas de los Valles Centrales que rodean la ciudad capital y que se han convertido en exponentes a nivel mundial de dicha riqueza. Esto hace que valga la pena visitar cada uno para conocer el origen, los procesos, platicar de cerca con los artesanos y llevar consigo una hermosa pieza artesanal.
Existen diversos tours que los pueden llevar a conocer algunos de los pueblos en ruta con otros destinos turísticos. Sin embargo mi recomendación es que lo hagan por su cuenta, ya sea rentando un vehículo o por transporte público. La ventaja es que podrán tener una experiencia personalizada y contar con el tiempo necesario que ustedes requieren para conocer los procesos y realizar sus compras sin presiones.
Trazar una ruta en vehículo les puede facilitar el trayecto y pueden planear tantos lugares les sea posible visitar en uno o dos días dependiendo el tiempo que lleven. Lo importante es que todo está relativamente cerca y es fácil trasladarse de un punto a otro, en cuanto al camino, en mi experiencia les puedo decir que los encontré en buenas condiciones y todo fue muy seguro.
Comencemos localizando en el mapa los municipios (Crédito Oaxaca Mío).
Como pueden ver, existen varias rutas que pueden seguir. Yo les recomiendo hacer las 3 principales la ruta naranja, la ruta azul y la ruta morada.
Ruta Naranja
Es la más cercana a la ciudad de Oaxaca, pues los municipios conectan directamente con el centro, esta ruta también es la que los lleva a Monte Albán. Aquí encontramos dos municipios Sta. María Atzompa y San Antonio Arrazola.
Sta. María Atzompa (Barro Verde): Este municipio está inmerso en el área metropolitana de la ciudad de Oaxaca y su artesanía es el Barro Verde, del cual se elaboran piezas como jarras, cazuelas, platos y otros adornos para el hogar.
Lo interesante de éste lugar es que los artesanos crearon una comunidad en la que ofrecen sus piezas a través del mercado de artesanías “La Asunción” donde las familias se turnan por semanas para atender a los visitantes. Cada familia cuenta con un estante donde se encuentran exhibidas sus piezas. Al adquirir determinada pieza, el dinero se va directamente a cada una de ellas, lo hacen de ésta manera con la finalidad de que cada familia obtenga ingresos y tenga tiempo suficiente para elaborar sus artesanías; de ese modo todos se ven beneficiados. Así que deben visitar este mercado y llevar consigo una linda pieza.
San Antonio Arrazola (Cuna de los Alebrijes): Este municipio se encuentra a espaldas de Monte Albán y es la cuna de los Alebrijes pues su creador el señor Manuel Jiménez vivió aquí e impulsó la elaboración de esta artesanía en toda la comunidad desde las primeras figuras talladas en madera de copal que creó y que han dado la vuelta al mundo. Hoy en día su legado sigue vigente pues todo el municipio se dedica a este gran oficio y es aquí donde se encuentran diversos talleres en los que se pueden adquirir estas fantásticas piezas.
Una razón más para recorrer este lugar es visitar el museo “El Tallador de Sueños” que Isaías Jiménez, hijo de Don Manuel, hizo en honor a su padre; en el que se exhiben las piezas originales, galardones y gran parte de la historia de su legado. Aquí el señor Isaías también nos da muestra de su trabajo y nos explica el proceso de elaboración de cada una de las piezas fantásticas talladas en madera, nombre original que su padre dio a los ahora famosos “Alebrijes” nombre de las criaturas fantásticas creadas en cartón por Pedro Linares López.
Ruta Azul
Esta ruta es la que nos lleva hacia El Tule, Mitla y Hierve el Agua. En ella se encuentran dos municipios artesanales que vale la pena visitar: Teotitlán del Valle y Matatlán.
Teotitlán del Valle (Elaboración de Tapetes de Lana): Este municipio es famoso por la elaboración artesanal de tapetes de lana en telar de pedal por las familias del lugar. Lo más interesante del proceso de elaboración es que ellos mismos cardan e hilan la lana y obtienen los colorantes y sus tonalidades de elementos de la naturaleza como la cochinilla grana que es un insecto del nopal del cual se obtiene el color rojo, el añil del cual se obtiene el color azul, la vaina de huizache de la que se obtiene el color negro, la flor de cempasúchil de la que se extrae el color naranja, entre muchos otros elementos.
Los diseños de cada tapete están inspirados en la cosmovisión y elementos de la cultura zapoteca como las famosas grecas. Crear un tapete puede tomar días e incluso semanas. Existen varias casas que muestran el proceso de elaboración a los visitantes como “Casa Vázquez” y sin duda es una parada obligada si visitan Oaxaca.
Matatlán (Mezcales): En esta región se encuentran muchas casas o palenques mezcaleros en los que los visitantes pueden ser parte del proceso de elaboración y participar en una cata de distintos tipos de mezcales y cremas y por supuesto llevar consigo algunos ejemplares. Yo visité el Palenque “El Rey de Matatlán” sin embargo hay muchos más que pueden visitar también.
Ruta Morada
Esta ruta es la que nos lleva hacia Huatulco y en ella encontramos dos municipios más que vale la pena visitar San Bartolo Coyotepec y San Martín Tilcajete..
San Bartolo Coyotepec (Barro Negro): Esta artesanía reconocida a nivel mundial tiene un proceso de elaboración único en el mundo que solamente se realiza en el municipio de San Bartolo Coyotepec, pues además de moldear la arcilla y dejarla secar al sol por 4 días, se pule a mano con cristales de cuarzo y posteriormente se coloca en un horno de leña por un día aproximadamente para adquirir su color negro. Un proceso completamente artesanal y de gran valor que vale la pena conocer y por supuesto adquirir.
San Martín Tilcajete (Alebrijes): En este municipio también se elaboran Alebrijes y es famoso por sus ferias artesanales y talleres en los que se puede ver de cerca el proceso de elaboración de estas figuras entre los que destacan los nahuales.
Hacer la ruta de la artesanía en su visita a Oaxaca, es algo que no se pueden perder. Además de visitar los talleres y conocer los procesos de elaboración, recuerden llevar siempre una pieza de arte consigo.
Por Gloria Villanueva